¿Quiénes
somos? ¿Dónde estamos parados? ¿Cuál es nuestro papel en este intercambio? ¿Qué
tanto intervengo en el otro? ¿Qué tanto interviene el otro en mí? Las
apariencias y las diferentes “realidades”.
En Perros héroes, Mario
Bellatin explora las posibilidades de alcance de un ser humano para con otros,
y así la identidad de cada uno de los personajes que rodean la vida y
existencia de un hombre inmóvil que al mismo tiempo es el mejor psicólogo
canino, pues sus treinta perros, pastor belga malinois, son los mejor
entrenados.
El hombre
inmovilizado, del cual no sabemos nunca el nombre, vive con su madre, su
hermana y el enfermero-entrenador que se dedica a atenderlo en sus necesidades
de discapacitado y a sobrellevar la ardua tarea de tener y mantener a los
treinta pastor belga malinois mejor entrenados. La historia está contada de una
manera inusual para las novelas, y usual para el mismo Bellatin, y esto no
porque lo demás en su obra sea así, sino porque lo usual en Bellatin es hacer
lo que es inusual para otros.
Como una
pieza de arte contemporáneo, Bellatin tiene trazada la novela en una serie de
viñetas que se suceden en las páginas del libro como escenas que van encerrando
al lector en la jaula que al final terminará revelándole su propia inmovilidad.
En sus 74 páginas, el libro conduce a explorar la casa del hombre inmóvil y
observar cómo la vida y las acciones de quienes viven con él se ve trastocada
por sus decisiones, cómo este hombre parapléjico de toda la vida ha descubierto
que sus aparentes limitaciones físicas no son tales, sino que a través de su
pensamiento desarrollado ha vencido la limitación pero a través de los demás,
teniendo la capacidad de usar a los treinta perros pastor belga malinois, a su
hermana, su madre y al enfermero-entrenador como sus extremidades físicas,
teniendo un perfecto, sutil y sorprendente control sobre ellos.
Los
capítulos o viñetas que conforman la novela son pequeños, no dicen más ni menos
de lo necesario. Se lee a Bellatin en Perros
héroes y la referencia en el pensamiento del lector –si se tiene el
antecedente—será, seguro, Lichtemberg y su facilidad para los aforismos que sin
deberla ni temerla se convertirían en esa gran obra nunca lograda por su
convicción de procastinador, las frases cortas y contundentes, o bien, a uno de
los más grandes argentinos de la literatura, Bioy Casares, quien en uno de sus
últimos libros, Guirnaldas con amor
tiene pequeñas frases perfectas y redondas, de las que explica que así deben
quedar, que si él las extendiera arruinaría la idea u opacaría la perfección de
la frase. También, cuenta Bioy, él quiere hacer que el lector se esfuerce un
poco, se desarrolle en el trabajo intelectual. ¿Entonces por qué Bellatin sigue
escribiendo después de la página 16 donde pone una frase que en sí misma dice
todo?
Bellatin es
necio, no confía en el lector, quiere dejar claro un punto, no deja posibilidad
para interpretaciones que se alejen demasiado de la idea original. Él busca la
comprensión obligada. En la página 16 escribe: “una cosa es un hombre inmóvil y
otra un retardado mental, el hombre inmóvil asegura que no hay perro tarado
sino amo estúpido”.
Bellatin habla
desde la experiencia. Plasma la historia del hombre inmóvil desde la
experiencia de quien ha estudiado cine, marca escenas y situaciones claramente
delineadas en una imaginación visual que al tener la necesidad de ser
expresadas, salen a borbotones por las letras de su tinta. Y habla desde la
experiencia porque él mismo, con su limitación física, ha entendido que los
alcances del poder de la mente están más allá del pensamiento, válidas en el
mundo físico y palpable.
Es por todo
esto que, mientras escribo, con el libro bajo la lámpara del escritorio,
reflejando la luz que emiten los pequeños leds en los ojos de la foto del
autor, imagino que todo esto que tecleo y cuento de mi lectura, tal vez, –en
verdad creo que es así—no lo digo yo, no se me ocurrió a mí, sino que fue
planeado y escrito con ese brazo derecho que nunca hemos visto pero que Mario
Bellatin con cada libro que pasa por nuestros ojos, demuestra que existe y
opera en lo más profundo de nuestro ser.
(Publicado en Convoy Network el 19 de marzo de 2016)
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